Darién, 30 de enero de 2025
Por: Liliana Bernal
Periodista
En lo más profundo de la selva del Darién, donde los caminos son angostos y los ríos se convierten en rutas de vida, miembros del Servicio Nacional de Fronteras, se movilizan antes del amanecer. Su misión garantiza que cientos de niños inicien su año escolar con las condiciones adecuadas.
Con esfuerzo y determinación, los uniformados cargan sillas y demás mobiliarios en lanchas, y hasta a pie, recorriendo kilómetros de terreno. Su destino son comunidades donde el acceso es un reto diario, pero la educación no puede esperar.
“Para muchos de estos niños, este mobiliario es más que una silla, es la oportunidad de aprender en un espacio digno”, comenta uno de los unidormados mientras descarga las sillas en una escuela en Darién.
El trabajo de Senafront en apoyo a la Regional de Educación en Darién no solo facilita el acceso a la educación, sino que también refuerza su compromiso con el bienestar de las comunidades fronterizas.